Caminata con raquetas. Ph Darío Oliverio |
Una suave caminata con raquetas, nos permite
disfrutar de los encantos de la nieve, recorrer las montañas, atravesando sin
prisa pero sin pausa, bosques centenarios y trasladarnos, casi sin darnos
cuenta, a un mundo donde la naturaleza se encuentra en su máxima
expresión.
Villa La Angostura, es sin
lugar a dudas, sinónimo de invierno. En este paraíso que nace a la vera del
lago Nahuel Huapi, hay una opción, que no sólo es para toda la familia sino
que, permite disfrutar de los bosques y las laderas nevadas sin necesidad de saber
esquiar.
Una caminata con raquetas, nos permite disfrutar del encanto de la nieve,
recorrer la montaña atravesando sin prisa pero sin pausa, bosques centenarios
de lengas, trasladando, casi mágicamente a los caminantes a un mundo donde la
naturaleza se encuentra en su máxima expresión. Los esquimales fueron
quienes idearon las raquetas, con el fin de poder caminar sin hundirse en la
nieve. Antes eran realizadas con madera, pero en la actualidad solamente pesan
300 gramos y son de plástico y aluminio.
Cruzando límites
Villa La Angostura está
rodeada por áreas inmensas con poca o ninguna intervención del hombre. Los tres
Parques Nacionales en sus inmediaciones, los lagos y montañas así lo
atestiguan... entonces ¿por qué no caminar por allí, aún con mucha nieve bajo
nuestros pies?
Esta es una de las propuesta
de Nómades, una empresa familiar de turismo aventura que propone que todos
accedan, niños incluidos, al corazón de los Andes.
La iniciativa es en el Cerro
Mirador, en la frontera con Chile. Para llegar hasta allí se coordina la forma
de traslado, son aproximadamente 40 minutos, a lo que hay sumarle el tiempo, en
general unos minutos en época invernal, que demoran los trámites de
migraciones. El camino está completamente asfaltado y es la comunicación entre
los dos países, así que está mantenido y transitable todo el año.
El punto de partida está
allí, donde los carteles dan la bienvenida a Chile y Argentina. A partir de
este momento todo será blanco, estamos casi sin habernos exigido, en lo más alto
del paso internacional y nos miramos de igual a igual con los picos más altos,
los volcanes y los cóndores.
Allí nuestros guías nos
enseñarán a caminar con raquetas. “Es algo así como ir pintando la nieve con
los pies”, señala Fabián Fasce, un experimentado hombre de montaña que
conoce como nadie, cada uno de los rincones de esta singular geografía. Poco a
poco, nos adentraremos en uno de los bosques más altos que se puede encontrar
en la zona, para luego salir de él y ser espectadores privilegiados de la
majestuosidad de la montaña. Enormes, eternas, completamente blancas,
verdaderos gigante de paz, que nos hace sentir tan pequeños como realmente
somos. Es muy factible que hasta el más locuaz de los turistas, pierda su
habilidad cuando aprende a disfrutar de los silencios.
La propuesta es entonces muy
simple, dejarse llevar por los sentidos, sentarse en la nieve sencillamente a
contemplar, escuchar en silencio, las historias que susurran entre brisas de
recuerdos, los volcanes, arroyos y árboles sobre este mágico lugar.
Datos útiles:
Tarifa: $ 350.- por persona, costos especiales por grupos.
Reservas y consultas: Lola o Fabián 0294 15 455-1385 o 0294 15 455-1386
Para tener en cuenta.
La actividad es recomendada a
partir de los 8 años en adelante. Se recomienda varias capas de ropa, para
poder ir sacándose mientras entra en calor. Siempre viene bien, llevar una
mochila pequeña, con agua, anteojos y protector solar. Es muy importante tener
a mano toda la documentación necesaria para cruzar la frontera entre
Argentina y Chile.
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